Volvamos a recordar el niño que todos tenemos dentro

domingo, 14 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

ANÁLISIS DE OBSERVACIÓN DE JUEGOS


Observación de juego
La observación se realiza en un jardín privado de San Fernando, se focaliza la actividad en un grupo de tres niñas de 4 años de edad: Nahiara, Danna y Antonella.
En las dos observaciones intervienen en el juego otras niñas y niños, por los cual describiré el juego de todos los involucrados.
Ambas observaciones tienen una duración aproximada de 30 minutos.

1ª observación (01/09/10)
La docente dice “vallan a jugar un ratito” todos los niños se abalanzan sobre el rincón de los juguetes. Las tres niñas van en busca de carteras, ositos, ropa, canastas, telas grandes y mantas como pueden, porque están muy cargadas, se dirigen a un rincón de la sala que por la construcción del edificio forma una especie de pequeño pasillo (siempre eligen el mismo lugar para jugar a la mama)
-Yo soy la mama, dice Nahiara
-Yo soy la hija, acota Antonella
-Y vos sos la hermana, dice Nahiara refiriéndose a Danna.
Luego piden a la docente que cuelgue una manta para que divida el sector utilizado del resto de la sala, entonces la seño coloca unos broches en cada extremo, y las niñas dicen ya esta lista la puerta.
Me siento en un rincón y observo.
Se acerca Sebastián ¿a que están jugando chicas?
-a la mama
-yo soy el hermano, ¿dale?
Sebastián se dirige al rincón de los juguetes y trae más elementos, cajas vacías, y peluches. Acomoda las cajas fuera de la casa e invita a las chicas a subirse para ir a la casa del tío.
Valentín que estaba cerca escucha y dice, yo soy el tío, vengan a mi casa.
Las chicas se introducen en las cajas, simulando un auto o un tren, mientras Valentín corre mesas y sillas construyendo su casa.
-Vengan, vengan a casa, es por acá, dice Valen.
Todos van y pronto vuelven a la casa original.
Sebastián dice, “dale que es tu cumple Anto” y le regala ropita de los juguetes y le pide que se la ponga, Antonella se pone un vestido y sobre él un saco.
Me muestran que linda le queda la ropa que le regalaron por su cumple.
Vuelven a la casa, pero Danna se ha retirado del juego para ponerse a dibujar.
Nahiara y Antonella se acuestan a dormir, la mama tapa y acaricia a la hija para que se duerma, y pide silencio a Sebi que esta afuera.
-¡Hacé silencio que mi hija esta durmiendo!
-Bueno, pero ahora soy el papa, dice Sebi.
Mientras Valentín, ya esta jugando a otra cosa con otros niños, ha armado “una heladería” y juegan comprar y vender.
Dentro de la casa, buscan redefinir los roles y ubicarse en tiempo y espacio imaginarios:
-Bueno hoy estamos todos en casa porque Anto no fue al jardín, dice la mamá.
-No pero yo voy al cole, no voy al jardin. Soy más grande, dice Anto.
-No vos soy chiquita tenes tres años y vas a la sala de los chiquitos, y hoy no tenías clases y te quedaste en casa, dice el papá.
Y hoy es Martes, me mira y me dice, “hoy es martes de mentirita en el juego, se” porque en realidad es miércoles y ellos lo saben.
Mientras tanto vuelven a dormir los tres, la mamá y la hija abrazadas, y el papá en un costado.
La hija esta mordiendo un osito, simulando un chupete o un mordillo. El papá la reta, no muerdas las cosas hija, no ves que se rompen y le saca el juguete de la boca.
Aparece otro niño, Tomas, se ubica fuera de la casa, se hace bolita y se acuesta entre las cajas que quedaron allí.
-Hola, soy el perrito, dice mirando por entre la cortina.
-Pero el perrito tiene que dormir afuera, dice la mamá.
Tomas juega unos minutos y se va.
-Ya se dice Sebi, juguemos a que hoy es haloween. Insiste con el tema, va a buscar ropa para usar de capa, y deja el juego.
La seño dice que es hora de guardar.



2ª Observación (08/09/10)
Es la hora del juego, todos se amontonan en el rincón de los juguetes, miran, tiran, eligen, y piensan… A que jugamos…
-Jugamos a vender, dice Antonella.
Y pronto varias nenas están buscando elementos para armar un lugar de ventas.
En este juego participan las tres niñas que lo hicieron el primero: Nahiara, Antonella y Danna, y se suman Selene y Ángeles.
Colocan mesas en forma de mostrador y todas pelean por ser vendedoras, nadie quiere ser cliente.
Ángeles me pide papel para hacer plata, y un lápiz. También les doy una cartulina y unas fibras, para que hagan los carteles con los precios.
Sobre las mesas colocan ordenadamente todo lo que encontraron, cada una tiene una cartera, o especie de monedero con plata que hicieron.
Una nena que no estaba en el juego, Camila, se acerca.
-¿Que venden? ¿Puedo comprar?
-Si comprame a mi (Ángeles)
-No comprame a mi (Selene)
-Vendemos juguetes, de todo, lo que quieras (Nahiara)
-Bueno dame este y este, y unos caramelitos y un alfajor, dice Camila.
-Pero no vendemos golosinas, dice Danna.
-Pero mi mamá tiene un kiosco y vende de todas cosas, y chupetín, y alfajor, todo, dice Camila.
-Bueno, le dan unas maderitas, tomá, son ocho pesos, dice Selene.
Camila toma las cosas, paga y se va. Luego Danna sale detrás del mostrador y va a comprar juguetes para sus hijos. Compra una pelota y una muñeca, pronto deja la pelota y se va del juego a jugar a la mamá con su bebé..
Las chicas continúan reacomodando los juguetes y mercadería, mientras Antonella y Nahiara empieza a escribir el cartel.
-Seño como se escribe: vendo empanadas, dice Anto.
-Empieza con E de empanada, y la escriben con un poco de ayuda, pensando que letra sigue, y luego dibujan empanadas, piden cinta y lo pegan en la pared.
-Vendo empanadas, vendo empanadas, dicen todas a coro (para el acto de 25 de Mayo ellas fueron vendedoras ambulantes y vendían empanadas y pasteles)
Comienzan a acercarse algunos varones, preguntan, pero no se involucran en el juego.
Encuentran una manta, y deciden ponerla de mantel. Levantan todos los elementos, ponen el mantel con mucho cuidado para que quede prolijo, y vuelven a poner las cosas encima.
Lugo juegan a meterse debajo de la mesa, se hacen las dormidas, alguna asoma la cabeza, espía y se vuelve a meter. Se ríen mucho.
Lamentablemente llega la hora de guardar, “A guardar, a guardar, cada cosa en su lugar, despacito y sin romper que mañana hay que volver” esta canción es la que menos les gusta escuchar. Cuando se canta se escucha un “noooo, un ratito más” pero la hora de juego ha terminado.



Relación juego-teoría
La vida mental de los niños esta poblada de imágenes que le apaciguan y de otras que lo inquietan; a ambas teme perderlas, necesita conservarlas, recuperarlas, revivirlas, rehacer la angustia que le provocan, y de este modo abundan en detalles los objetos reales y fantásticos que recrean todos en sus dibujos. La imagen es fugitiva y el dibujo la retiene e inmoviliza; esta capacidad de recrear objetos en imágenes inmóviles es una nueva forma de luchar contra la angustia de la perdida.
Se observa en Danna, esta situación, ella siempre comienza a jugar un juego con las demás chicas, pero pronto, se aburre, se cansa, o ya no quiere jugar, y la siguiente acción es pedir una hoja para hacer un dibujo y regalárselo a la seño o a la mamá.
Otras veces elige ir a la biblioteca y mirar cuentos.
Sus dibujos, siempre representan a su familia: mamá, papá, la hermana y ella, también aparece un conejo. Sus dibujos están cargados de adornos peinados muy armados, mejillas marcadas, y demuestran mucho amor entre todos, muchas veces están tomados de las manos. Aparece un sol sonriente, arco iris, línea de base flores y corazones. También suele traer dibujos de su casa para regalar a la seño.
Desde los primeros juegos se manifiesta lo sexual, los deseos genitales. Este tipo de juego es muy frecuente, juegan a la mamá y al papá o a los novios.
A través de ellos pueden canalizar sus deseos genitales en el juego, y satisfacen sus necesidades de ver y tocar. Mostrar y ser vistos.
Las niñas entran en el aprendizaje de los rasgos femeninos con los que buscan identificarse con su madre, se disfrazan, utilizan accesorios, carteras, vestidos, sombreros, billeteras, para parecerse a ella.
En los juegos de las niñas se observa que intentan parecerse a las mamás, o a señoras que venden, utilizan ropa que se ponen sobre el delantal, vestidos, carteras, etc.
Durante el período de la inteligencia representativa, preoperatorio, Piaget distingue dos niveles de organización suficientemente diferenciados entre si que permiten establecer una clasificación de los juegos simbólicos.
El primer subestadio es el concerniente a las intuiciones perceptivas. Dentro de el hay diferentes comportamientos lúdicos:
Proyección de esquemas simbólicos sobre objetos nuevos.
Proyección de esquemas de imitación sobre objetos nuevos: son esquemas extraídos no ya de la propia acción sino a partir de modelos imitados.
Asimilación simple de un objeto a otro: un mismo objeto es tomado como significante para distintos significados.
Juego de imitación que consiste en una asimilación del cuerpo propio a otro o a objetos cualquiera.
Combinaciones simbólicas variadas:
i. Combinaciones simples de reproducción de escenas reales a desarrollos más extensos.
ii. Combinaciones compensadoras.
iii. Combinaciones liquidadoras.
iv. Combinaciones simbólicas anticipadoras.


El segundo corresponde a las intuiciones articuladas que se expresan en un pensamiento unidireccional. Se evidencias tres conductas lúdicas particulares:
Progreso dado por el orden relativo de las secuencias en las construcciones lúdicas.
Preocupación creciente por lograr imitaciones que respondan fielmente al modelo de lo real.
En las escenas dramatizadas, además de acentuarse el orden y la coherencia, los papeles o roles de cada uno de los personajes, logran paulatinamente diversos grados de diferenciación, complementariedad y adecuación.

Estableciendo una relación entre estas características del juego, señalaré en que momento se advierte cada situación.
Pude observar situaciones que corresponden con ambos subestadios.
Con relación al concerniente a las intuiciones perceptivas:
Con respecto a proyección de esquemas simbólicos sobre objetos nuevos, se puede ver cuando Nahiara hace dormir a su “hija” o cuando Danna juega a la mamá con su bebé lo tiene en brazos, lo acuna. Aquí ya no aplican el esquema sobre si mismos, sino que lo aplican a otros.
En cuanto a Asimilación simple de un objeto a otro: un mismo objeto es tomado como significante para distintos significados se observa cuando juegan a que las cajas son autos, las maderas son golosinas, el osito es un chupete. Etc.
En lo que respecta a Combinaciones compensadoras, si bien en los juegos observados no se advierte con claridad, puedo señalar la situación cuando las chicas hacen plata y compran lo que desean, sin que se les diga que no, o cuando Antonella no va al jardín y se puede quedar en casa con mamá y papá. Seguramente en lo cotidiano, sucede que deseen comprar algo y se les diga que no, o no quieran ir al jardín, pero se los trae igual, y en estas situaciones de algún modo compensan en el juego estos momentos.
Refiriéndome a Combinaciones liquidadoras, lo que puedo señalar es cuando Sebastián reta a su “hija” y le saca el juguete de la boca porque se rompe, quizás con esto esta reproduciendo una situación que a él en lo diario le acontece, (lo retan porque rompe algún juguete) pero la descontextualiza del contenido desagradable y la trata de asimilar incorporando la a otras conductas propias
Con relación al concerniente a las intuiciones articuladas:
Los niños intentan copiar la realidad con exactitud, los compartimientos lúdicos expresan ahora una marcha tendiente a lograr el equilibrio entre asimilación y acomodación. Se asiste al debilitamiento del simbolismo individual a favor del simbolismo colectivo, puedo relacionar esto en forma directa con las dos situaciones de juego observadas, ya que ambas se advierte que el juego tiene un inicio, con una toma de decisión, con organización del espacio, de los elementos, se adjudican roles diferenciados (no puede haber dos mamás) que se complementan e interactuar con el otro, en un juego colectivo.
Intentan imitar modelos reales lo mejor posible, el contenido temático continua siendo simbólico pero sus detalles y construcciones tienden a convertirse en verdaderas adaptaciones inteligentes. Por ejemplo cuando las chicas juegan a vender, ellas esta familiarizadas con comercios, con su organización y las tareas que allí se realizan, etc. Pero realizan su propia construcción, llenando de detalles y formas particulares a dicha escena.

“El niño y sus juegos” Arminda Aberasturi, Goldstein, Pichon Riviere. Paidos, Bs. As. 1986.

Observación

Introducción

De los 2 a los 7 años, aproximadamente, se extiende una etapa denominada período preoperatorio. En esta fase, se afianza la función simbólica, cuyas manifestaciones (lenguaje, imaginación, juego simbólico, imitación diferida) aportan una novedad en la inteligencia del
pequeño: de práctica (basada en el ejercicio de esquemas de acción), ésta se vuelve representativa y se basa en esquemas simbólicos mediante los cuales el niño manipula la
realidad no directamente, sino a través de signos, símbolos, imágenes y conceptos
. La evolución cognitiva se caracteriza por progresivos y continuos progresos de equilibración cada vez más profundos de aprehensión y comprensión.
De la relación dialéctica sujeto-objeto nace en el ser humano la posibilidad de transformar la realidad y de crear nuevos posibles.
A través del juego simbólico los niños comprenden y asimilan el entorno que les rodea, transforman la realidad de los objetos en cosas imaginadas por ellos.
El juego es un medio por el cual los niños se divierten, se relacionan, desarrollan habilidades y aprenden. El juego fomenta el desarrollo de la imaginación y la capacidad creadora.
Observando el comportamiento del niño en el juego podemos apreciar características de su personalidad y en gran medida determinados comportamientos futuros y aspectos de su caracter.

Emiliano y su entorno:

Emiliano es un niño de tres años y once meses. Este año comenzó el jardín, lo cual le produjo un cambio radical; según los dichos de su mama, Comenzó a socializar, a jugar y hablar con sus pares.
Emiliano tiene tres hermanos, vive con su mama,  su papa y Mía una perrita.  Emi comparte los juegos de tarde con Mía.
Emiliano disfruta de ir a la casa de su abuela “Chiquita”, donde vivo yo (su tía) y su hermana Camila de 11 años. Los domingos la familia visita los abuelos paternos, con quien vive otra de sus hermana Florencia (hermana por parte del padre).
Es un niño sumamente cariñoso y respetuoso. Los informes del jardín siempre resaltan la amabilidad y el compañerismo que el tiene con sus pares.

Primera observación: Lunes 13 de septiembre

En esta primera observación, al llegar a la casa Emiliano había llegado del jardín.
Me saluda como es habitual en el,  con gran beso y un abrazo. Me invita a jugar, y me pregunta a que quiero jugar con él.
Le digo que el puede jugar a lo que quiera; a lo cual responde con gran alegría.
-          Voy a buscar la pelota que me regalo el abuelo Raúl (abuelo paterno) y jugamos al el fútbol. ¿Sabes jugar al Fútbol?
-          Más o menos, le respondo.
Es entonces que agarra su pelota y me dice:
-          Entonces te voy a enseñar.
Mientras pone la pelota en el piso.
     -Tenes que poner la pelota así; ubicando la pelota delante de el. Caminas para atrás y corres y la pateas, y metes el gol.
Luego de demostrarme como se juega vamos al jardín del fondo de su casa y comienza acorrer con su pelota, diciendo
-          Yo soy de River
-          Ahora te hago un gol.
Cuando el comienza acorrer su perra Mía interfiere en su juego agarrando la pelota. Y le dice.
-          Mía vos sos de boca, como el tío.
Sigue corriendo y me dice
-          Viste tía que bien juego.
-          Sos un goleador, le respondo, y el demuestra gran alegría y corre mas.
En el medio del jardín hay un árbol de naranjas, el cual tenía unas flores blancas y me dice:
-          Tía sabias que ese árbol es de naranjas
-          Ah, no sabia, respondo.
-          Si, y tiene flores blancas, y después da unas semillas que cuando caen se hace otro árbol, por eso papa siempre barre el patio.
Para ese momento la perra se va hacia delante.
Y sigue corriendo diciendo:
    -River es el campeón.
    - Ahora hace gol, gritando.
Lo que va diciendo es como si él fuera el jugador, y al mismo tiempo el relator del juego.
Cuando entro yo en el jugo y hago un gol, me dice:
    - Tía hiciste trampa.
Se sienta, diciendo que esta un poco cansado, y advierte que tiene los cordones desatados, y me pide que se los ate.
Ya para ese momento ya han pasado aproximadamente treinta minutos de la observación, y al ver que estaba cansado por el juego, y obviamente por su día de jardín, decidí terminar por hoy.

Análisis:
Durante el período de la inteligencia representativa, preoperatorio por el cual Emiliano esta atravesando.
En esta etapa tienen gran importancia los juegos de movimiento, correr, saltar, lanzar y capturar pelotas son ejercicios que ya los realizan con total facilidad.
Durante el juego Emiliano encuentra situaciones apropiadas para ejercitar su poder expresar su dominio y manifestar su capacidad. Al jugar al fútbol el demuestra su habilidad y dominio, el quiere demostrar que es un gran jugador.
Experimenta una sensación de plenitud nacido de la confianza en sus propias posibilidades conductuales, asume un rol protagónico, “el es River, el campeón”.
Al jugar parecía que el se encontraba en una cancha y que había un relator, al ser el la estrella podemos observar el lenguaje egocéntrico, el era quien predominaba el juego y quien lo manejaba.
Emiliano mediante el juego crea una situación que exige el conocimiento del mundo externo. Construye y juegan escenas enteras y complejas que van desde la simple transposición de la vida real hasta la invención. Asumiendo roles, y otorgándolos (por ejemplo cuando le dice a la perrita “vos so boca”). En las escenas dramatizadas, además de acentuarse el orden y la coherencia, los papeles o roles de cada uno de los personajes, logran paulatinamente diversos grados de diferenciación, complementariedad y adecuación.
Cuando nos cuenta sobre el árbol de naranjas podemos observar La yuxtaposición, en la cual reúne las partes sin relacionarlas, considerándolas como independientes unas de otras, sin jerarquizarlas. Fallas en la comprensión de la relación parte-todo. Sus explicaciones se derivan de lo que se ve
Podemos observar que Emiliano maneja muy bien el lenguaje. A los 4 años los niños han dominado las estructuras más importantes de la gramática oracional, han adquirido un vocabulario de unos miles de palabras, hablan de un modo que puede ser comprendido por extraños y dominan algunas estrategias pragmáticas básicas, tales como formular preguntas y saber como dirigiese a niños y adultos.
La formación de conceptos refleja la comprensión por parte del niño de las características perceptivas y funcionales de los objetos, antes de que haya comenzado a aprender palabras para las categorías. En la estructuración de los primeros conceptos ocupa un lugar de importancia la función que cumple el objeto o la persona en el entorno del que participa el niño.
El mundo es un sitio interesante y los chicos aprenden muchas cosas a través del dialogo. Emiliano esta atravesado por la curiosidad, quiere saber todo y lo que sabe quiere compartirlo, esto podemos observar cuando habla sobre el árbol de naranjas. Cualquier muestra de interés por parte del niño puede dar a lugar a un intercambio en el que el adulto proporciona información y lo induce a explayarse construyendo juntos una interpretación de la experiencia.

Segunda observación: 21 de septiembre.
 Para esta segunda observación, luego de haber podido leer mas el material teórico, me atrevo a llevar plastilinas, lápices de colores, hojas, por si Emiliano hoy quiere dibujar.
Al llegar nos saludamos, y le muestro lo que había llevado para jugar con el; aclarándole que el si Quería podía jugar a otra cosa.
Nos sentamos en el jardín trasero, y saco dos paquetes de pastilinas ambas del mismo color, las saco de su envoltorio y procedo a hacerlas dos bolitas, se las muestro y a una la hago un choricito y le pregunto donde hay mas, a lo que responde:
-          El choricito tiene más.
-          ¿Por qué pensas que este tiene mas? Le pregunto
-          Porque esta largo. Responde.
Y me las pide para moldear, saco otras dos azulees que había llevado y mientras las amasa me cuenta:
-          En el jardín yo juego con las plastilinas, pero hay roja no más.
Noto un gran entusiasmo en el juego con la plastilina, hace chorizos, los vuelve hacer bolas. Luego de amasar un rato advierto que deja una bolita de plastilina y le coloca dos bolitas mas pequeñas que se comportan como ojos, luego dos chorizos que son los brazos dos bolitas que serian las manos y por ultimo las piernas con los pies. Pregunto que es, a lo que responde que es un niño llamado plastilina, y que es su amigo.
Luego pide dibujar al ver que había lápices en la bolsa que había llevado.
Saca todos los lápices de colores de la caja. Mientras dice.
-          Así podemos ver los colores que hay.
Comienza haciendo un círculo,  al que le agrega ojos, boca y pelos hace un cuerpito. Primero traza las piernas y los pies, luego los brazos y dedos. Hace unos círculos, algunas rayas. Y luego comienza a pintar.
Le pregunto quien es y me responde
-          Vos tía, con el cuaderno, cuando estudias.
Me atrevo a decir que me conmovió el detalle del cuaderno.
En ese momento su perrita Mía estaba saltando encima de el, justo llega su papa de trabajar. La alegría de Emiliano al ver a su papa, es conmovedora.
El papa se dirige a atar la perra, luego de que Emiliano le diga que lo estaba molestando.
Emiliano ayuda en la tarea, diciendo:
-          Papa adelante esta la soga, ¿te acordas?
Cuando termina de atar a la perra, llama a su mama que se encontraba adentro de la casa y a su papa, para mostrarle lo que había hecho. Sus papas lo felicitan por su creación.
Finalizo la observación, y me despido de la familia.

Análisis:
Habiendo explorado el material teórico de la clase me propuse a realizar el experimento de conservación de la masa. He podido observar claramente como niega la igualdad al decir que el chorizo contiene más. Emiliano no posee reversibilidad. El sistema de reversible supone “la bolita” y “el chorizo”, como momentos de una transformación continua, garantiza la invariancia de la masa, que solo podría alterar el quitado o agregado de la mas.
El dibujo, la pintura, o el modelado constituyen un proceso complejo, en el cuál el niño reúne diversos elementos de su experiencia para formar un conjunto con un nuevo significado
La elaboración que hace con la plastilina el hacer, el desaparecer, y el recrear que realiza cuando la hace bolita y luego chorizo, y luego bolita, podríamos atribuirlo a que Emiliano hace aproximadamente 3 meses hace caca en el inodoro.
Cuando un niño dibuja nunca copia: siempre inventa y crea. Expresa mediante el dibujo situaciones presentes o pasadas cuya influencia esta actuando en ese momento. Esto podemos observar cuando dice que soy yo cuando voy a estudiar, el dibujo remite a alguna representación que Emiliano posee.
Al dibujar la figura humana, el énfasis suele estar puesto sobre una parte del cuerpo, y el tamaño relativo de las partes nos descubre cual es el interés predominante del niño. En el dibujo de Emiliano los dedos son largos, quizá, pueda atribuir a esto la masturbación. Al interrogar a su madre y le pregunte si Emiliano se tocaba, a lo que respondió que si.
El dibujo corresponde a la etapa preesquematica realiza intentos conscientes para crear símbolos que tengan un significado.
Podemos observar que Emiliano tanto al moldear como al dibujar expresa la figura humana.
La mayor parte de las conversaciones en el medio familiar se produce en el marco de las actividades y experiencias compartidas. Es asi que las representaciones sobre acontecimientos dan lugar a la conceptualizacion de acciones. Podemos observarlo cuando Emiliano ayuda a su papa a atar la perra. Evidentemente el ya había visto esto alguna vez, sabe que elementos se necesitan y donde hay que hacerlo.
Al mostrar Su dibujo Quiere que los demás vean sus capacidades, y las valoren.



Conclusión
El juego para el niño no es solo una mera forma de diversión, el niño por medio del juego expresa, sentimientos, fantasías,  conflictos.           No solo se puede considerar el juego como un agente de placer y de socialización
El juego simbólico proporciona el  medio así como la oportunidad para el ejercicio de habilidades de desarrollo tales como la representación y la comunicación. El niño mediante el juego realiza procesos de identificación y de aprendizaje, es por eso que es de suma importancia alentar el juego, la participación de los padres, hermanos, pares o de adultos que enriquezcan cada paso del juego. Lo que aumentara la capacidad cognitiva y lingüística del niño.

martes, 9 de noviembre de 2010

El niño y sus juegos (Arminda Aberasturi)

Introducción
Con el fin de llegar a personas comunes que se preguntan sobre el juego en los niños se escribe este libro. Para saber a que edad un niño debe jugar determinado juego o que juguete se le puede regalar, que pasa cuando un niño no juega etc. Se realizaron muchas observaciones, y se contó con la ayuda de Pichón riviere padre e hijo para la confección.
Para determinar porque aparece este juego y no otro a una edad determinada, porque hay niños en los que nunca aparece, y estos siempre presentan trastornos. Porque no jugar en el momento adecuado al juego correspondiente al desarrollo acarrea perturbaciones.
Freíd sostuvo que un niño juega no solo para repetir situaciones placenteras sino también para elaborar las que le resultaron dolorosas o traumáticas.
El juguete posee muchas de las características de los objetos reales, pero por su tamaño el niño ejerce dominio sobre ellos porque el adulto se lo otorga como algo propio y permitido, se trasforma en el instrumento para e dominio de situaciones penosas difíciles o traumáticas que se le crean en relación con los objetos reales pero son reemplazables por estos y le permiten repetir a voluntad las situaciones que le resultaron placenteras o dolorosas pero que no puede reproducir por si solas en el mundo real.
Al jugar un niño desplaza al exterior sus miedos angustias, y problemas internos. Repite en el juego todas las situaciones excesivas para su YO débil y esto le permite hacer activo lo que sufrió pasivamente
El juego de esconderse y aparecer y desaparecer o hacerlo con objetos, como el de la sabanita, aparece entre los 4 y 6 mese y responde a motivos psicológicos profundos. Aquí elabora la necesidad de desprenderse de la relación única con la madre para poder pasar luego a la relación con el padre, y se establece la triada madre-padre-hijo que es la base de futuras relaciones del niño con el mundo.
El niño no solo ama, necesita y quiere conservar a sus padres y hermanos, sino que también los rechaza. Por eso deriva estos afectos y conflictos a objetos que son su reemplazo y el puede dominar, y así cumple la necesidad de descarga y elaboración sin hacer peligrar la relación con sus objetos originarios.
La base de la actividad lúdica y de la capacidad de transferir afectos en el mundo externo, dependen de La sustitución del objeto originario, por otros mas numerosos y reemplazables, la distribución de sentimientos en múltiples objetos y la elaboración de sentimientos de perdida a través de de perdida y recuperación.

El niño trae al nacer la experiencia de que tipo de madre le vendrá al encuentro. La condición bisexual del niño hace necesaria la pareja padre y madre para que se logre un desarrollo armónico de la personalidad. Una maternidad y paternidad buenas permiten superar dificultades inherentes al desarrollo.
A partir de la concepción la madre siente que se enriquece y el padre se siente excluido.
Cuando el bebe nace necesita adaptarse muchos intentos de explorar son la base de su futura actividad de juego.
Desde su nacimiento es capaz de reconocer por la voz y el olfato a la madre. La vista se desarrolla desde el primer momento.
Es imprescindible que la piel de la madre este en contacto con la del bebe, un buen contacto físico le permitirá elaborar la perdida... la carencia de esta relación trae trastornos en el contacto con la realidad.
Entre el tercer y cuarto mes el objeto de amor y odio es la misma persona, la madre. Comienza su desprendimiento de ella.
A los cuatro meses comienza su actividad lúdica. Comienza a ser capaz de controlar sus movimientos, los coordina con la vista, se puede sentar y cambia su relacioncon los objetos, puede apoderarse de lo que necesita tocarlo y llevarlo a la boca. Ese trozo de sabana tras el cual se esconde representa a la madre.
Jugar a las escondidas es su primera actividad lúdica ny con ella elabora la angustia del desprendimiento por el duelo del objeto que debe perder. También juega con sus ojos a cerrarlos y abrirlos, allí tiene o pierde el mundo.
De su cuerpo salen sonidos los laleos son los primeros intentos de expresión verbal. Su repetición es un juego vocal. El sonajero que se le ofrece es el primer instrumento musical. Los sonidos también aparecen y desaparecen.
El niño experimenta y descubre que al golpear un objeto puede producir sonidos. Trata de reproducirlos para vencer el miedo. Es algo fuera de su cuerpo que simboliza a su madre y el lo maneja con su mano... lo chupa, lo explora, lo muerde, y va reproduciendo experiencias que lo tranquilizan. Cuando arroja el juguete al suelo espera y exige que se lo devuelvan, esto simboliza que puede perder y recuperar a su madre.
Entre los cuatro y seis meses a través de sus juegos experimenta que tanto los objetos como las personas pueden aparecer y desaparecer. Lora y pide por su madre ha comenzado el proceso de abandonar esta relación única para aceptar la presencia del padre. Sus tendencias destructivas aumentan cuando aparece el diente.
La perdida del vinculo ya no le basta con la madre necesita de un tercero: el padre, pero que este encuentre una forma de comunicarse con el, que responda a sus pedidos. También es importante que la pareja se una y ofrezca una fuente de identificación.
El niño ha descubierto que los objetos se juntan y se separan, así como los fundamentos de su vida mental se construye en el primer año de vida, también su mundo lúdico se origina en esos primeros juegos de perdida, recuperación, encuentro, desencuentro.
Segunda mitad del primer año, surge otro interés, introducir objetos en algo hueco. Con ello se inicia en el conocimiento del amor: entrar en alguien, recibir alguien, unirse y separarse. Usa todo lo que sirva para penetrar, de su propio cuerpo y de otros (ojos, orejas)
Luego de hacerlo con las personas lo comienza a hacer con objetos. Todo sirve para poner y sacar.
Entre los ocho y doce meses se manifiestan las diferencias de sexos. La niña prefiere depositar objetos en algo hueco y el niño elige juguetes que sirvan para penetrar. Comienza una exploración de los objetos, amplia su campo de acción, y al final del primer año se pone de pie lo que le permite alejarse voluntariamente de los objetos y reencontrarlos
Las heces y la orina el niño ama y teme las sustancias que salen de su cuerpo, estas están condenadas a desaparecer por las prohibiciones adultas, y busca en el agua la tierra y la arena los sustitutos permitidos de las heces y la orina. Luego su vientre fecundo y el de su madre comienzan a tomar primer plano. Aparecen los tambores, pelotas, globos, como juguetes preferidos.
El tambor simboliza e vientre materno, al final del primer año busca estos objetos, una olla y una cuchara de madera o similares. Sirve para descargas motrices, y el hecho de que sea irrompible facilita la descarga ya que le demuestra que no se destruye disminuye sus tendencias destructivas y su culpa.
Además de las muñecas los animales sirven como hijos fantaseados, son objetos de amor y malos tratos. Ha comenzado el aprendizaje de la maternidad y paternidad.
Tasas platos ollas, sirven recibir y dar alimento o someter a privaciones a sus hijota los 2 años se interesa por los recipientes que sirven para trasvasar sustancias de un lugar a otro, y con ello la enseñanza del control de esfínteres.
Desde muy pequeño la imagen que aparece y desaparece ocupa un lugar en vida mental. A los 2 años descubre como recrearla y retenerla mediante dibujos y así disminuye la angustia.
Niñas y varones manifiestan rechazo por los juguetes de cuerda. Es mejor los juguetes sencillos que facilitan la proyección de fantasías.
Varones y niñas juegan a alimentar, alimentarse, evacuar, retener, solo los adultos proyectan prejuicios sobre las diferencias de los sexos y rechazan este juego en los varones.
El niño juega a investigar y debe cumplir su experiencia sin que un adulto interrumpa su actividad, porque puede perturbar la experiencia decisiva.
Alrededor de los tres años los varones juegan con autos, y trenes que lo empujan a experiencias genitales que sublimada a través del juego. El garaje sirve como juego de penetración. Las niñas juegan con muñecas y animales y satisfacen sus necesidades de maternidad y paternidad.
Ya a esta edad el niño que juegue bien y tranquilo con imaginación nos garantiza salud mental
La vida mental esta poblada de imágenes la imagen es fugitiva y el dibujo retiene la imagen, esta capacidad de retener objetos en imágenes inmóviles es una nueva forma de luchar contra la angustia de perdida. Asi aparece el libro.
Después de los tres años están interesados por conocer su cuerpo y el del otro sexo. La niña dibuja mujeres con formas marcadas y con adornos, el niño dibuja personajes cargados de revólveres espadas.
Los deseos genitales los juegos sexuales son normales y contribuyen al buen desarrollo, estos deseos pueden canalizarse a través del juego del doctor, la enfermera, los novios, etc. Todos sirven para tocar, ver y mostrarse
Después de los cinco años el varón juega juegos de conquista, de misterio, de acción. La niña mas tranquilos, juega ala muñeca finge relaciones sociales, aprende los rasgos femeninos.
La entrada al colegio las letras y los números se convierten en juguetes para los niños. La curiosidad por el conocimiento, aparecen nuevos juegos que se combinan capacidades cognitivas con el azar.
El niño realiza el aprendizaje de compartir y competir roles en su grupo mediante múltiples juegos. Competir significa aniquilar, será necesario un largo camino hasta que entienda que competir incluye perder o empatar.
todos los niños juegan al tatetí, interponerse entre dos que quieren ser tres, hasta la resolución del complejote Edipo, los competidores son hermanos y se lucha por conseguir la relación ideal con los padres.
En el estanciero se inicia con un juego de azar los actos de generosidad y avaricia de derroche y ahorro se ejercitan relevando mucho de la personalidad del jugador y de su forma de relación con el dinero
En las damas y el ajedrez el motor inconsciente del juego es enfrentar a los padres y entrar al mundo de los adultos y competir con ellos. Ya no existe el azar sino la habilidad
Hay juego que revelan su significado genital la bolita el balero, el fútbol y otros de modo más encubierto como la rayuela: entrar y salir.
A los siete u ocho años y hasta la pubertad el cuerpo vuelve a ser el centro. La mancha, la escondida, juegos de manos y culmina con el cuarto oscuro, donde la exploración y la búsqueda tienen contenidos genitales muy evidentes.
Si en el comienzo de su vida el niño paso del juego con su cuerpo al juego con objetos, ahora ira abandonando estos objetos para orientarse nuevamente y modo definitivo hacia su cuerpo y el de su pareja
Desprenderse de los juguetes a partir de los 10/11 años los niños buscan agruparse con su mismo sexo, para compartir experiencias amorosas las que sustituirán los juegos con juguetes
El niño al nacer trajo la expectativa del tipo de padres que vendrían a su encuentro. La totalidad de sus experiencias con ellos y con el mundo determinaran ahora su forma de anhela y recibir un hijo.

El juego segun diferentes autores

PSICOPATOLOGIA CLINICA INFANTO JUVENIL
Teorías relacionadas con el juego
Sigmund Freud
Dentro de la literatura psicoanalítica encontramos en Freud por primera vez la descripción e interpretación del juego del niño pequeño. En Más allá del principio de placer describe la actividad lúdica de un niño de 18 meses que acostumbraba arrojar lejos de sí sus juguetes al mismo tiempo que exclamaba con expresión de placer “o-o-o-o”, sonido que podía significar la palabra “fuera” (fort). Repetía “o-o-o-o” y luego tiraba del hilo hasta hacer reaparecer el carretel exclamando alegremente: “Aquí”. La primera parte del juego era repetida con mayor frecuencia, aunque el mayor placer estaba en la segunda parte.
La interpretación que hace Freud se refiere a la renuncia de la satisfacción instintiva en la medida en que el juego le permite al niño no oponer resistencia a la partida de su madre, poniendo en escena en el juego la desaparición y el retorno de los objetos.
Si bien el niño se somete pasivamente a la ausencia de la madre, el juego toma un rol activo al repetir el suceso. Otra interpretación podría ser que se satisface un impulso reprimido de venganza contra la madre por haberse separado del niño.
Freud dice que los niños repiten en sus juegos todo lo que en la vida les ha causado una fuerte impresión descargando de esta manera la energía de la misma.
En primer lugar, el juego sería para Freud una actividad simbólica en la medida en que el niño escenifica la desaparición y el retorno de la madre. En segundo lugar, además del carácter sustitutivo que parece adjudicarle Freud al juego en tanto permite al niño renunciar a una satisfacción instintiva, no oponiendo resistencia a que la madre se ausente. En tercer lugar, Freud describe el mecanismo de identificación con el agresor, al referirse, a los motivos que hacen que un hecho desagradable se transforme en juego.
En síntesis, para Freud el juego es una actividad simbólica, que permite al niño renunciar a una satisfacción instintiva, haciendo activo lo sufrió pasivamente, cumpliendo una función elaborativa al posibilitas la ligazón de las excitaciones recibidas.

Melanie Klein
Extrae conclusiones importantes sobre juego.

A).El juego como lenguaje
En su libro Desarrollo en psicoanálisis, Klein postula que “los elementos emocionales están a menudo fusionados y ligados con sensaciones corporales, no habiendo clivaje entre ambos. El lenguaje es un medio adecuado de expresión cuando trae aparejado un contenido emocional asociado, de lo contrario su función pasa a ser defensiva y oculta una ansiedad específica. En los niños, los pensamientos y fantasías se expresan en el juego. Un niño pequeño entiende mucho más de lo que él mismo puede expresar en palabras.
En Psicoanálisis de niños, M. Klein se detiene más en las características del juego como lenguaje: “El niño expresa sus fantasías, sus deseos y sus experiencias de modo simbólico por medio de juguetes y juegos”. El juego es el mejor medio de expresión del niño.

B).Función del juego: juego como expresión de fantasías, ansiedades y deseos
El juego es un medio de expresión de fantasías. Detrás de toda forma de actividad de juego yace un proceso de descarga de fantasías de masturbación operando en la forma de un continuo impulso a jugar, este proceso, como una compulsión de repetición, constituye el mecanismo fundamental del juego infantil. Las experiencias sexuales del niño están enlazadas con sus fantasías masturbatorias y por medio del juego logra su representación y abreacción.

C).Juego y ansiedad
Los niños más pequeños tratan de vencer en su juego las experiencias desagradables. Por intermedio del juego el niño transforma las experiencias sufridas pasivamente en activas y cambia el dolor en placer, dando a estas experiencias primitivamente dolorosas un final feliz. Es así que se calma a sí mismo y se sobrepone a sentimientos de terror y pérdida mediante un acto simbólico con objetos materiales.
En años posteriores la deambulación es utilizada también por el niño para recuperar sus objetos perdidos tanto como para encontrar en su lugar nuevos objetos, es decir, ayuda al bebé a superar la posición depresiva.
El juego de los niños efectúa la transformación de ansiedad en placer.
En el juego el niño no sólo vence una realidad dolorosa (madre que se va, juego del carretel) sino que también domina sus miedos instintivos y los peligros internos proyectándolos al mundo exterior.
Melanie Klein ilustra muy claramente a través de un juego típico-jugar a la mamá-, cómo el juego, al construir un puente entre fantasía y realidad.

D).Juego y aprendizaje
Si tenemos en cuenta que las funciones intelectuales derivan del inter-juego de los impulsos instintivos primarios, necesitamos, a fin de comprender tanto la fantasía como la prueba de realidad y la inteligencia.
Entrando específicamente en el juego vemos que, ya desde el segundo mes de vida existe un grado considerable de integración en la percepción y la conducta con signos de memoria y anticipación que le permiten al niño a dedicarse cada vez más a juegos experimentales como: a) método para adaptarse a la realidad, y b) medio activo de expresar fantasías (una realización de deseos y una defensa contra el sufrimiento y ansiedad).
La función simbólica primaria de los objetos externos permite la elaboración de la fantasía por el Yo, y permite que las sublimaciones se desarrollen en el juego y manipulación, construyendo un puente entre el mundo interno (estimulando el interés por el mundo exterior) y el conocimiento de objetos físicos y acontecimientos.
El juego de un niño de 3 o 4 meses (de interés placentero por el cuerpo y experimentos en esa dirección) manifiesta, entre otros mecanismos, este proceso de formación de símbolos, ligados a aquellas fantasías que operan en esa época.
Refiriéndose al juego imaginativo y espontáneo de representación, demostró que los mismos crean situaciones practicas que exigen conocimiento del mundo externo.

E). Del juego al pensamiento
El juego espontáneo de representación crea y fomenta también las primeras formas del pensamiento “como sí…”. Esta capacidad para evocar el pasado en el juego imaginativo parece estar estrechamente relacionada con el desarrollo del poder de evocar el futuro en hipótesis constructivas, y desarrollar las consecuencias de los “Si…”

F). El juego como elemento diagnóstico y pronóstico
Al ser el juego un medio de expresión en el niño y susceptible de ser analizado, se deduce su valor como medio de expresión diagnóstica. M. Klein se refiere también al valor pronóstico del juego.
Los intereses del niño en los juegos y las variaciones de la calidad y cantidad que representan, nos permiten medir si su vida sexual en la fase adulta.
La razón que M. Klein da para predecir la vida sexual adulta a través del carácter y desarrollo de las fantasías del juego en los niños se basa en que todos los juegos y sublimaciones están en fantasías de masturbación.

Anna Freud

Incluye el juego de una de las líneas de desarrollo.
Desde el cuerpo hacia los juguetes y desde el juego hacia el trabajo:
1.El juego comienza como una actividad que le produce al niño placer erótico, y que compromete la boca, los dedos, la visión y toda la piel. Se lleva a cabo en el mismo cuerpo del niño (autoerótico) o en el cuerpo de la madre.
2.Las propiedades del cuerpo de la madre y del niño son transferidas hacia alguna sustancia suave como, almohada, juguete de felpa, que sirve como primer objeto de juego y que es cargado con libido narcisista y libido objetal. Según Winnicot, se trataría de un objeto transicional.
3.A partir del apego al objeto transicional, que es un objeto específico, se desarrolla un interés menos discriminado por juguetes suaves, de diferentes tipos, que como objetos simbólicos son catectizados con libido y agresión; así, a veces son acariciados y a veces maltratados.
4.Durante el día estos juguetes suaves van desapareciendo poco a poco, pero continúan ejerciendo una función muy importante a la hora de dormir. Anna Freíd da la siguiente secuencia cronolólgica:
Juguetes para vaciar-llenar, abrir-cerrar, encastrar, revolver, etc. El interés en estas actividades constituye un desplazamiento del interés en los orificios corporales y sus funciones.
Juguetes movibles que satisfacen el placer de la motricidad.
Materiales de construcción que permiten expresas las tendencias ambientales de construir-destruir, propias de la fase sádico-anal.
Juguetes que sirven para la expresión de tendencias y actitudes femeninas y masculinas. Pueden ser usados: 1) en juegos solitarios de roles; 2) en actividades con el objeto edípico que sirven al exhibicionismo fálico; 3) en juegos grupales que sirven para dramatizar situaciones edípicas.
5.La satisfacción directa o desplazada que le niño obtiene del juego va dejando lugar al placer por el producto final de la actividad.
6.Transformación de la capacidad lúdica en capacidad “laboral”, cuando se adquieren ciertas facultades:
Control, inhibición o modificación de los impulsos para utilizar los materiales en forma constructiva en lugar de hacerlo en forma destructiva.
Realizar planes preconcebidos tolerando mínimamente la falta de placer inmediato.
El logro no solamente de la transición desde el placer instintivo primario hacia el placer sublimado junto con una alta neutralización de la energía empleada, sino también del pasaje desde el principio del placer hacia el principio de realidad.
Las fases posteriores de esta línea de desarrollo dan lugar a una serie de actividades importantes para el desarrollo de la personalidad, tales como el ensueño, los hobbies y los juegos estructurados.
Los hobbies se encuentran a mitad de camino entre el juego y el trabajo y tienen características comunes con ambas actividades. Anna Freud describe los siguientes puntos comunes entre los hobbies y los juegos:
a)El hecho de realizarse buscando el placer y con un desprecio relativo frente a las presiones externas.
b)La utilización para estos fines de una combinación de energías instintivas no modificadas y en diferentes grados de neutralización.
Surgen por primera vez al comienzo de la latencia y persisten bajo una forma específica de actividad a lo largo de toda la vida.
Los juegos estructurados se originan en actividades grupales imaginativas del periodo edípico. Son juegos regidos por leyes inflexibles a las cuales cada participante debe someterse; por lo tanto sólo pueden participar los niños que hayan adquirido alguna adaptación a la realidad y alguna tolerancia a la frustración.
La eficiencia y el placer de los juegos configuran un logro complejo que depende de la contribución de varias áreas de la personalidad del niño, la aceptación del compañerismo y las actividades grupales.

D. W. Winnicott

La descripción que hace Winnicott de los objetos y fenómenos transicionales es sumamente interesante, por su intento de situar lo simbólico en una zona intermedia entre lo subjetivo y objetivo, estableciendo una relación entre el objeto transicional, el juego y la cultura.
“Hay un desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego, de éste al juego compartido y de él a las experiencias culturales”
A través del proceso de organización de la personalidad se llega a establecer una persona unitaria, lo que implica la existencia de un interior y un exterior y de una tercera zona que Winnicott describe como un espacio potencial entre el individuo y el ambiente.
El empleo de un objeto transicional por parte del bebé es la primera utilización de un símbolo y su primera experiencia de juego.
Este objeto es símbolo de la unión del bebé y la madre y se encuentra en el espacio y tiempo en que ambos se hallan en el inicio de su estado de separación.
Es evidente que el jugar emplica un fuerte compromiso corporal, pero no es una actividad orgánica; por eso las zonas erógenas implican una seria amenaza, ya que la emergencia instintiva perturba y detiene el juego. Para jugar es necesario un montón de ansiedad que no supere ciertos límites.
Winnicott describe cuatro fases en el desarrollo del juego:
1.Hay una fusión entre el niño y su objeto. El bebé tiene una visión subjetiva del objeto y la madre se esfuerza en otorgar realidad.
2.Hay una percepción más objetiva del objeto que depende de la existencia de una figura materna en condiciones de participar y devolver lo que se le propone. Esto permite al bebé vivir una experiencia de control mágico al que corrientemente denominamos omnipotencia. Se produciría una especie de “matrimonio”, al decir de Winnicott, de la omnipotencia establece un espacio potencial entre la madre y el hijo denominado “campo de juego”.
3.En la etapa siguiente el niño “encontrarse solo en presencia de alguien”
4.En el periodo que aparece a continuación, el niño permite la superposición de dos zonas de juego y obtiene placer de ello. La madre es la primera interlocutora lúdica que inicialmente adapta su actividad de juego al bebé, para más adelante incorporar su propio estilo de jugar.

Erik Erikson

Para Erikson el juego es una función del Yo que expresa un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales en el sí mismo. Aunque no niega la posibilidad de una lectura simbólica del juego, enfatiza la posibilidad de una lectura simbólica del juego, enfatizar la necesidad yoica de dominar las diferentes áreas de la vida. El objetivo del juego consistirá en alucinar un dominio yoico, pero también practicarlo en una realidad intermedia entre la fantasía y el mundo real.
Parafraseando a Freud, Erikson considera el juego la vía regia para la compresión de los esfuerzos que el Yo del niño realiza con el objeto de logran una síntesis. En un comienzo consiste en la exploración por repetición de percepción sensual, sensaciones kinestésicas, vocalizaciones, etc. Más adelante, el niño juega con personas y objetos a los que tiene fácil acceso.
La microesfera es el pequeño mundo de juguetes manipulables por el niño. Este mundo tiene sus propias leyes y puede despertar la ansiedad del niño cuando éste proyecta sus traumas en los juguetes, desorganizando entonces su juego. Si el niño llega a atemorizarse y a desilusionarse en la microesfera, puede hacer una regresión a la autoesfera, el ensueño diurno, la succión del pulgar y la masturbación. Pero cuando el primer contacto con este mundo ha sido exitoso, el placer de dominar los juguetes se asocia con el dominio de los traumas y con el prestigio logrando a través del dominio.
La macroesfera es el mundo compartido con los otros.
Erikson considera el juego como un medio de revelar la forma en que el niño experimenta y estructura su mundo y funciona dentro de él: así mismo, le otorga valor como elemento de uso terapéutico.

Jean Piaget

Para Piaget, el juego se distingue del acto intelectual más por su finalidad que por su estructura. Afirma: “El acto intelectual persigue siempre una meta que se halla fuera de él; el juego, en cambio, tiene el fin en sí mismo”. Existen tres categorías principales de juego en la primera infancia: el juego de ejercicio; el juego simbólico y el juego reglado: pueden presentarse simultáneamente; durante la fase sensomotora aparecen los juegos como ejercicio. Los juegos simbólicos alcanzan el mayor desarrollo entre los 3 y los 6 años, mientras que los juegos reglados van ganando interés y alcanzan su punto culminante alrededor de los diez años.

Juegos de simple ejercicio.
Durante el primer mes es difícil hablar de juego, dado que el bebé está en un periodo de adaptaciones puramente reflejas.
Cuando hablamos del juego en sus comienzos, no nos referimos a adaptación sino a asimilación, es decir que ente la relajación del esfuerzo adaptativo se ejercita un esquema, una conducta por sí misma sin otro fin que el placer funcional ligado a la misma.
Más adelante, entre el segundo y cuarto mes, se puede hablar de juego, ya que el niño, una vez vencidas las dificultades de adaptación a una situación nueva, reproduce las conductas simplemente por placer. Ahora bien, esta nueva adquisición se convierte en lúdica cuando se repite una y otra vez sin interés en variarla o enriquecerla.
Los primeros juegos se refieren al propio cuerpo: mirarse las manos. Chuparse los dedos, jugar con la voz, etc.
Entre los cuatro y ocho meses, la actividad se dirige predominantemente a objetos del mundo exterior. Es habitual durante este periodo que el bebé se interese en mover juguetes que cuelgan de su cuna.
La intencionalidad en realidad se manifiesta entre los ocho y los doce meses, junto con la posibilidad de coordinar dos esquemas independientes.
De los doce a los dieciocho meses aparece la transición hacia los futuros juegos simbólicos. El niño repite jugando movimientos que realiza habitualmente pero sin conciencia de ficción.

Juegos simbólicos.
Se distinguen de los juegos como ejercicio en el hacer “como si”.
“El símbolo implico la representación de un objeto ausente. Se basa en el simple parecido entre el objeto presente, que es el significado”, por ejemplo, recostarse sobre una tela que representara la almohada, y se evoca una situación por placer (hacer que duerme).
Al principio, alrededor de los dos años, el niño se limita a hacer “como si” ejerciera una de sus acciones habituales, por ejemplo, hace como que duerme, como que se lava, etc. Si bien se trata de un simple ejercicio de conductas propias, ya es un ejercicio simbólico. Más adelante aplica esquemas simbólicos sobre objetos, hace dormir, comer o caminar ficticiamente a otros objetos. Si bien actos tales como dormir y lavarse no son juegos, en tanto se ejercen simbólicamente se convierten en forma inmediata en actividades lúdicas.
Posteriormente parecen los juegos de imitación de conductas llevadas a cabo por otros: el niño hace como si leyera el diario. Más tarde estos esquemas son proyectados: hace leer el diario al muñeco: más adelante no solamente imita conducta de otros, sino que se identifica totalmente con personajes u objetos: camina en cuatro patas y dice “miau”.
A partir de los tres años el juego simbólico se enriquece notablemente, ya que se impregna de imaginación. Se construyen y juegan escenas enteras y complejas que van desde la simple transposición de la vida real hasta la invención de seres imaginarios. Esta capacidad va a dar lugar a una serie de combinaciones lúdicas donde aparecen frecuentemente deseos reprimidos en la realidad y que se satisfacen plenamente en el juego. Piaget las llama combinaciones compensadoras.
Esta reproducción de las escenas fuera de su contexto le permiten al niño asimilarlas paulatinamente y en cierta medida superarlas. Un ejemplo clásico es el juego del doctor.
Según este autor el juego simbólico obra durante la primera infancia como catarsis.
En el periodo comprendido entre los cuatro y los siete años los juegos simbólicos comienzan a desaparecer. Las construcciones en el juego se hacen más ordenadas y coherentes, dando lugar a secuencias lúdicas más extensas.
Comienza también el simbolismo colectivo, es decir, con diferenciación y adecuación de los papeles; por ejemplo, el juego de la mamá y el papá.
Este proceso alcanza su máxima expresión en el periodo que se extiende de los ocho a los once años.

Juegos reglados.
Aparecen en el segundo estadio, de los cuatro años siete años, pero predominan en el tercer periodo, que se extiende de los siete a los once años.
Son juegos de combinaciones sensoriomotoras o intelectuales, con competencia de los individuos, y regulados por un código transmitido de generación en generación o por acuerdos improvisados.
Estos juegos, a diferencia de los anteriores, subsisten y se desarrollan durante toda la vida, dado que el juego de reglas es la actividad lúdica del ser socializado.
El niño va pasando poco a poco del ejercicio simple a combinaciones sin objetivo y luego a combinaciones con una finalidad, por ejemplo hacer una torre con cubos, donde el niño se asigna una tarea precisa, el juego de ejercicio se convierte en juego de construcción. De la construcción lúdica va evolucionando a través de transiciones insensibles hacia el trabajo.
Cuando el ejercicio se vuelve colectivo puede regularse y convertirse en juego de reglas, por ejemplo, el juego de las figuritas.
Con el crecimiento, la asimilación simbólica y ficticia se vuelve cada vez más inútil, ya que la vida le va ofreciendo al niño otros recursos reales para satisfacer estas necesidades.
Por otro lado, el simbolismo de varios puede engendrar la regla, y es así que los juegos de ficción se convierten en juegos reglados.
El juego simbólico se integra al juego sensoriomotor y se transforma en juego de construcción. Pero de la construcción adaptada al trabajo hay un corto camino, lo cual explica que la extinción de los juegos se haga en provecho de la construcción adaptada o de la creación y de la evolución de los juegos de reglas, que se mantienen por ser esencialmente sociales.

Ontogenia del juego

La mayoría de los autores coinciden en cuanto a la evolución del juego en las distintas edades a pesar de que parten de enfoques diferentes. Algunos señalan la importancia en esta evolución de las adquisiciones psicomotrices, adaptativas, lingüísticas y personal-sociales, mientras que otros, desde la teoría psicoanalítica, privilegian el desarrollo psicosexual.
Ambos enfoques ubican alrededor del cuarto mes el punto de partida de la actividad lúdica.
Hasta aproximadamente el sexto mes hacen su aparición los juegos funcionales, que se originan en una necesidad de actividad y ejercicio de funciones corporales. Al principio el niño juega con su cuerpo debido a que carece de posibilidades de acción sobre el mundo exterior. También juega con su voz, que en un comienzo permiten una descarga de tensión, se van modificando poco a poco hasta que el niño repite e imita los sonidos que él mismo ha producido. A través del laleo obtiene satisfacción tanto el emitir el sonido como el escucharlo.
El bebé juega con sus manos, las mira, las pasa lentamente delante de sus ojos; parece tratarlas como un objeto exterior. Luego, la actividad lúdica se centra en la prensión. Al transformarse la mano en herramienta. El juego de asir y más adelante soltar se configura como el esbozo de un juego de ejercitación de habilidades.
Los primeros intentos del juego de escondidas aparecen en cuarto mes. La mamá exhibe y oculta en forma alternada su rostro y el bebé. Desde una concepción psicoanalítica se pueden ver en este juego las primeras repeticiones que permiten superar la angustia provocada por la ausencia de la madre.
La adquisición de la posición sentada entre el sexto y octavo mes, con la nueva perspectiva que implica, le permite a la criatura incrementas su interés por los objetos próximos. Surge el placer de golpearlos violentamente contra la mesa. El sacudir el sonajero, es la época en que deja caer los objetos a la espera de que se los restituyan.
En el segundo semestre aparecen combinaciones de objetos. A los ocho o nueve mese empuja un objeto con otro, combina el continente y el contenido, introduciendo elementos dentro de otros. Recuerda también el lugar donde puso el juguete.
Del octavo mes hasta alrededor del año, aparece el juego del tomar y del dar que define en forma incipiente la figura de un interlocutor, pero solo para luego quitárselo.
En el curso del segundo semestre el niño es capaz también de encontrar su juguete favorito entre varios objetos.
Según Gutton, el juego propiamente dicho aparece en el segundo año al constituirse el juguete como una estructura que representa y simboliza tanto a la madre como al niño. Las actividades pre-lúdicas reemplazan las excitaciones provenientes de la madre; en cambio, las actividades lúdicas ponen en juego en totalidad la relación madre-hijo y posteriormente la relación con el otro.
El problema es decidir si pueden clasificarse dentro de las actividades pre-lúdicas numerosas conductas que ya han dejado atrás el periodo puramente funcional, por ejemplo, el juego del lactante con su mano, lalao, etc.
Lo que define mejor las actividades pre-lúdicas es que permiten por su caracterización libidinosa la función de actuar sobre la madre en forma directa y luego indirecta, hasta que se transforman verdaderamente en juegos sustitutivos.
Observamos como tipo dominante de juego, alrededor del año, el de arrojar objetos.
Wallon advierte en esta época los juegos con el espejo; el niño se sonríe, toca lame el espejo, golpea su imagen.
Entre los doce y los dieciocho meses, el deambulador goza de su capacidad de acción. Se desplaza activamente, corre, salta, arrastra objetos.
En el curso del segundo año se enriquece el aspecto intelectual del juego. Hace garabatos muy torpes, trazos verticales más o menos confusos que constituyen un trazado amorfo, sin ningún parecido con algo real. Posteriormente, el niño hace trazos horizontales y más tarde oblicuos.
Hasta el ano el niño trata a la muñeca o al animal de felpa como a un objeto cualquiera, pero luego, este juguete se transforma en un compañero, en un “otro Yo”. Frecuentemente, el infante se niega a ir a dormir sin muñeca o su oso. Según Koupernik, ésta es la etapa del juego animista, en la que se establecen verdaderas relaciones personales entre el niño y la muñeca.
En este período se dan elecciones muy significativas de juguetes: el tambor, el globo, la pelota. De igual modo, el niño siente placer en jugar con arena, agua y tierra, elementos que simbólicamente representan las heces y la orina.
Cerca de los dos años aparece un interés partículas por recipientes que el niño utiliza predominantemente para trasvasar líquidos o sólidos. Esta actividad lúdica se suele interpretar como un signo de que el niño espera la enseñanza del control esfinteriano porque desde el punto de vista de la maduración neurológica ya se encuentra preparado.
El contacto entre los niños se realiza en ocasiones de tener que defender sus pertenencias, para lo cual pegan, empujan, pellizcan y forcejean. En esta fase es habitual ver al niño deambulador sin un destino determinado (por ejemplo: sube al banco, recoge una piedra, cierra la puerta). Vemos que una caracterización de esta etapa es la rapidez con que el niño cambia de un juego a otro; otro rasgo común a esta edad es la gran atracción que ejercen sobre la criatura los objetos de movimiento.
Entre los dos y los tres años aproximadamente hay un aumento del interés en los varones por los autos, locomotoras y aviones, y en las niñas por las muñecas y animales. Les sirven para expresar tendencias masculinas y femeninas. Es importante en esta época que el niño posea un cajón o canasto donde pueda guardarlos.
Se interesa por los libros de cuentos; a mediados del segundo año simula leer el periódico. También se interesa por la televisión.
A los tres años no hay aún una noción estable de roles.
Con respecto a los juegos que involucran una actividad constructiva. A los tres años los combina preocupándose por mantener el equilibrio.
Entre los tres y los seis años los juegos sexuales son frecuentes. Los más habituales son el juego del papá y la mamá y el del doctor.
El niño mayor de cinco años realiza construcciones complejas y sofisticadas que utiliza asimismo en sus juegos dramáticos.
Vimos que a los tres años prácticamente se inician las actividades en cooperación, ahora, a los cuatro años, el niño ya posee un compañero favorito de su mismo sexo; posteriormente, a los cinco años, se crean lazos más fuertes de amistad y la rivalidad se convierte en un estímulo para las actividades.
A los cinco años los varones prefieren jugar con pistolas y escopetas. En cambio, las niñas eligen juegos más tranquilos: vestir a sus mulecas, preparar comidas. Pero también en algunos momentos juegan identificándose con figuras, tanto femeninas como masculinas.
Emergiendo de la fase motriz del dibujo, en el curso del tercer año se mezclan la voluntad gráfica del niño y su deseo de representar los objetos que imagina. Hace garabatos a los que asigna un significado. Según Luquet, ésta es la etapa de incapacidad sintética o de realismo fallido. Hay que esperar al estadio del realismo visual, alrededor de los ocho años.
A los tres años aparece el hombre-renacuajo o el monigote. Comprende un redondel central, al cual se agregan piernas y brazos. Puede contener detalles bajo la forma de puntos, dos para los ojos y a veces uno central para el ombligo. Hacia los cuatro o cinco años la figura humana posee tronco y cabeza; los miembros superiores se colocan a niveles variables del tronco. Hacia los seis años adquiere la distinción entre la derecha y la izquierda. En este momento los problemas de lateralización cobran una gran importancia. Finalmente, hacia los ocho años dibuja la figura humana de perfil; se trata de un perfil parcial se extiende al tronco y a los pies; la última etapa es la de la cabeza de perfil hacia la izquierda en la mayoría de los casos.
A partir de los seis años, adquieren importancia paulatina los aspectos intelectuales, y el trabajo importancia paulatina los aspectos intelectuales, y el trabajo escolar pasa a formar parte del juego. Jugar a la escuela y a la maestra constituye una de las actividades lúdicas predilectas.
Uno de los rasgos característicos en esta fase es la separación sexual de los niños en sus juegos, separación que continuará en la pubertad.
Según Anna Freud, en este momento de la vida del niño, la capacidad lúdica se transforma en capacidad laboral.
En esta etapa los juegos de proezas se convierten en juegos de competición, que preanuncian los deportes individuales.
Estos juegos representan la necesidad de enfrentar a los adultos y competir con ellos. Al principio el niño utiliza reglas arbitrarias, pero luego el juego se rige por reglas convencionales, caracterizándose por realizarse en forma grupal.
Gutton dice que todo juego, aun el representativo, es sostenido por una regla. Se pueden advertir leyes del dibujo infantil, leyes de los juegos de construcción y de los juegos de naipes. Hay reglas estáticas y reglas dinámicas; las primeras corresponden al ordenamiento de los juegos simbólicos; las segundas a los movimientos de los juegos de reglas.
Las primeras permiten el funcionamiento del juego en tanto tienen el rol de mediatizar el placer. El juego se manifiesta como la erotización secundaria de los procesos defensivos. El segundo tipo de reglas de las que habla Gutton, aseguran la entrada y salida de un juego, recortan el juego de aquello que lo rodea o marcan los límites de la actividad lúdica.
Finalmente, solo nos resta referirnos a la pubertad y adolescencia. En rasgos generales se puede decir que se asiste aquí al abandono paulatino pero progresivo de los juguetes y juegos de la infancia. Persisten ciertos juegos estructurados o reglados.
Anna Freud señala una serie de actividades importantes para el desarrollo de la personalidad, que se derivan de la línea del desarrollo corporal hacia el juguete y desde el juego hacia el trabajo. Entre estas actividades ubica no solamente a los juegos estructurados de los cuales acabamos de hablar, sino también el soñar despierto (fantasías diurnas) y las aficiones. Los deseos que antes eran satisfechos en el juego, ahora se elaboran en la imaginación en forma de fantasías.

martes, 2 de noviembre de 2010

BIENVENIDA AL BLOG

Hoy comenzamos a compartir con ustedes toda la información que nos parece que será de mucha utilidad para padres, o todos los que quieran saber un poco mas sobre el maravilloso mundo de los juegos en los niños.